El
servicio de consultoría consiste en
la identificación e investigación de problemas relacionados con políticas,
organización, procedimientos y métodos; recomendación de medidas apropiadas y
prestación de asistencia en la aplicación de dichas recomendaciones. La
consultoría opera a través de proyectos diseñados en función de términos de
referencia y especificaciones determinadas por las empresas clientes sobre la
base de sus necesidades y problemáticas identificadas. Su ejecución tiene
impactos, efectos y resultados sobre dichas empresas y sus entornos, así como
eventualidades e implicaciones sobre terceros. En general, la consultoría es un
servicio que proporciona conocimientos y capacidades profesionales para
resolver problemas o presentar nuevas estrategias para mejorar las
organizaciones.
El
servicio de asesoría consiste en la
transferencia de información y orientación técnica profesional, sobre la base
de la aplicación de conocimientos y experiencia acumulada por el asesor en un
campo específico. A diferencia de la consultoría, no supone investigación o
diseño, generación de nuevo conocimiento, ni desarrollo tecnológico.
En
la consultoría la responsabilidad frente al desarrollo de productos y
resultados recae en su totalidad en el consultor, mientras que en la
asesoría la responsabilidad del desarrollo de los productos finales recae sobre
los demandantes del servicio.
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