El emprendimiento es el proceso ágil que realiza una
persona (el emprendedor) para crear una nueva empresa mediante la detección de
oportunidades de negocio para cuya explotación debe utilizar la innovación, la
experimentación sistemática y asumir riesgos.
De
acuerdo con la última publicación del Ministerio de la Producción de nuestro
país: “LAS MIPYME EN CIFRAS 2016”[1], la estructura empresarial del 2016 es
la siguiente:
Estrato empresarial
|
Nº de empresas
|
%
|
Microempresa
|
1,652,071
|
95.1
|
Pequeña Empresa
|
74,085
|
4.3
|
Mediana Empresa
|
2,621
|
0.2
|
Total de Mipymes
|
1,728,777
|
99.5
|
Gran Empresa
|
8,966
|
0.5
|
Total de Empresas
|
1,737,743
|
100.0
|
Fuente:
Sunat, Registro Único de Contribuyentes 2016
Elaboración:
PRODUCE-OGEIEE
Se
observa que la mayoría de las empresas son microempresas (95.1%), mientras que
el estrato de las pequeñas y medianas empresas (PYME) presenta una baja
participación de 4.5% (4.3% de pequeñas empresas y 0.2% de medianas empresas).
Esta estructura empresarial, caracterizada por la ausencia relativa de las
PYME, situación que se viene manteniendo, sin cambios significativos durante
los últimos cinco años, representa una debilidad para el desarrollo del sector
privado, y de la economía en general, toda vez que las grandes empresas no
cuentan con una base sólida para la subcontratación ni una oferta de
proveedores estable, de calidad y en crecimiento; pero, a la vez, representa
grandes oportunidades para el emprendimiento en este estrato empresarial.
Según
el índice GEM (Global Entrepreneurship Monitor Perú 2016-2017[2]), nuestro país es uno de los más
emprendedores de la región en el grupo de economías basadas en eficiencia, pero
no figura en la lista del grupo de economías basadas en la innovación. Una
economía basada en eficiencia se caracteriza por el incremento de la industrialización
y de las economías de escala que dominan las grandes empresas, pero se generan
nichos de mercado en la cadena de suministro que representan buenas
oportunidades para el emprendimiento eficiente. En cambio, en una economía
basada en innovación predomina la investigación y desarrollo, hay mayor
intensidad del conocimiento y expansión del sector servicios que representa un
gran potencial para la actividad emprendedora innovadora.
La
tasa de emprendimiento en etapa temprana define el nivel de prevalencia de los emprendedores
entre 18 y 64 años ya sea como emprendedores nacientes (fase previa al
nacimiento del negocio) o como emprendedores nuevos (fase en que poseen y
gestionan su propio negocio y pagan remuneraciones durante menos de 42 meses). A
nivel global, el Perú ocupa el sexto lugar como país con mayor actividad
emprendedora en el grupo de economías basadas en eficiencia; sin embargo, en la
región ocupa el cuarto lugar según la tasa de emprendimiento en etapa temprana:
Ecuador (31.8%), Belice (28.8%), Colombia (27.4%), Perú (25.1%) y Chile
(24.2%).
Respecto
a la motivación para emprender, se dice que una persona puede iniciar una
actividad emprendedora por dos razones:
1. Necesidad.
La persona trata de subsistir generando sus propios ingresos debido al
desempleo o por no estar conforme con las condiciones que le ofrece un trabajo
como dependiente.
2. Oportunidad.
La persona actúa motivada por la identificación de oportunidades en su entorno y
su interés por aprovecharlas o por el deseo de cumplir aspiraciones personales.
Según
el GEM 2016-2017, el 51.8% de los emprendimientos en etapa temprana es el
resultado del aprovechamiento de oportunidades, mientras que el 28.3% lo es por
necesidad. La tendencia muestra que la naturaleza del emprendimiento peruano
está cambiando a favor de la explotación de oportunidades, en forma lenta pero
sostenible.
Los
emprendedores establecidos contribuyen a la sostenibilidad de un país y representan
el porcentaje de la población, entre 18 y 64 años, que posee y gestiona un
negocio y ha pagado algún tipo de remuneración a sus empleados, proveedores y
propietarios por más de 42 meses (3.5 años, el “valle de la muerte”). La
proporción de emprendedores establecidos respecto a los emprendedores en etapa
temprana muestra cuántos emprendedores establecidos hay por cada emprendedor en
etapa temprana. Un ratio mayor que 1 significa que en el país existen mejores
condiciones para la consolidación de las empresas; contrariamente, un ratio
menor que 1 indica que una proporción importante de nuevos emprendimientos
desaparece antes de lograr su consolidación. En el Perú, este ratio es de 0.24,
es decir por cada 100 emprendimientos en etapa temprana existen sólo 24 emprendimientos
establecidos, situación que pone en evidencia que existe un 76% de
emprendimientos en etapa temprana que tienen problemas para la consolidación
empresarial y fracasan. La evolución de este índice es el siguiente:
Año
|
Ratio
= (Emprendedores establecidos) / (Emprendedores en etapa temprana)
|
2014
|
0.32
|
2015
|
0.30
|
2016
|
0.24
|
Fuente:
GEM 2016-2017. Encuesta a la Población Adulta
Se
observa que este índice viene reduciéndose a partir del 2014. Esta situación
significa que una cantidad cada vez menor de emprendimientos logra consolidarse
dentro de las condiciones que ofrece el contexto empresarial. Al respecto se
atribuyen diversas causas tales como las siguientes: no investigar el mercado,
no contar con el equipo adecuado, no analizar la viabilidad comercial del
negocio, mal uso de los recursos económicos, no contar con un modelo de
negocio, etc.
Respecto
a la innovación, aproximadamente el 15.9% de los emprendedores en etapa
temprana y el 10% de los emprendedores establecidos ofrecen un producto
novedoso para sus clientes. Asimismo, el 71.2% de emprendedores en etapa
temprana y el 88.3% de los establecidos, tienen un bajo nivel de uso de
tecnologías innovadoras en sus procesos que se refleja negativamente en sus
bajos niveles de productividad y los hace vulnerables a las acciones de
competidores internacionales que los superan fácilmente porque cuentan con
tecnologías más avanzadas.
En
lo que se refiere al ecosistema emprendedor, los factores que inciden
positivamente en la actividad emprendedora son el apoyo de la sociedad al
emprendimiento y la educación emprendedora que se viene dando a nivel superior
(técnica y/o universitaria); sin embargo, existen factores en contra de la
generación de emprendimientos tales como las políticas gubernamentales, la
transferencia de investigación y desarrollo, el acceso a infraestructura
comercial y profesional, así como los costos laborales.
En
el campo del emprendimiento a través de Startup, se estima que alrededor de 200
mil startups se crean en el Perú cada año; sin embargo, el 90% de estas no
sobreviven más de un año[3] y del 10% restante la mayoría tiene un
crecimiento lento y sólo algunas Startups que pasan los tres años logran
consolidarse. Al respecto se señalan una serie de errores que cometen estos emprendimientos
desde el punto de vista legal, de marketing y de financiamiento. En lo legal,
no celebran ningún convenio que defina las responsabilidades de los socios lo
que genera discusiones y peleas que conducen a las Startup a su fin. Otro
error, es la informalidad en la que nacen y se desarrollan, situación que les
genera obstáculos para su desarrollo y finalmente mueren antes del primer año.
En
suma, el fracaso de los emprendimientos se trata de explicar considerando una
diversidad de causas; sin embargo, nadie se atreve a señalar y explicar como
causa a la elaboración de planes de negocio con métodos del management
tradicional que utiliza una estrategia deliberada, asumiendo expectativas de
ventas y rentabilidad que en el corto plazo no son cubiertas.
Ing. Aniano Urtecho
Ing. Aniano Urtecho
[1]
http://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/shortcode/oee-documentos-publicaciones/publicaciones-anuales/item/758-las-mipyme-en-cifras-2016
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